16 marzo 2012

Más allá de la caligrafia de China y Japón

La caligrafía en el Lejano Oriente es un arte dentro del arte, un mensaje espiritual, una poesía simbólica y emocional, la visión de un artista que no puede ser jamás reproducida, copiada o retocada.
El pensamiento conoce el trazo, lo visualiza y lo hace real por medio de la mano, el gesto y el pincel haciendolo fluir como notas musicales únicas que encadenadas forman una melodia.

Es un arte que está vivo, que es inmortal y real, sin embargo, es tambien intocable, profundo y complejo, lacónico pero abismal, una forma de vida, un camino a la inmortalidad.

Al igual que el amor llena el corazón, la caligrafía llena las almas, alimentando un nuevo sentido de la vida que nace de la abnegación, la ausencia de orgullo en la tierra fértil de una mente pura.
 Ver sitio web
Caligrafía japonesa
Shodō significa literalmente "el camino de la escritura". Es la disciplina japonesa que se encarga del estudio de la caligrafía. Por supuesto, en sus raíces proviene de la caligrafía China pero con la aparición del hiragana (escritura de caracteres japoneses) la rama japonesa pronto empezó a diferenciarse. En Vietnam también apareció una disciplina similar, el Ông Đồ.
Se considera un arte y una disciplina muy difícil de perfeccionar y se enseña como una materia más a los niños japoneses durante su educación primaria.
El shodō practica la escritura de caracteres japoneses hiragana y katakana o kana, así como caracteres kanji derivados de la escritura china.
Actualmente existen calígrafos maestros en este arte que son contratados para la redacción de documentos importantes.
Además de requerir una gran precisión y gracia por parte del calígrafo, cada carácter kanji debe ser escrito según un orden de trazo específico, lo que aumenta la disciplina requerida a quienes practican este arte
Tres estilos básicos. Aunque el estilo de shodo es diferente dependiendo de lo que está escrito y su nivel de habilidad, el estilo de la misma se divide en tres categorías. Kaisho es un estilo de bloque básico, el tipo que se ve en los periódicos y los libros de texto de todo Japón. Gyosho es el segundo estilo, también llamado "semi-cursiva" y kaisho similar a las líneas de exploración y curvas. Este estilo se utiliza principalmente para enfatizar una palabra diferente del estilo de bloque y Sosho "escritura de hierba" (cursiva) generalmente reservado para las ocasiones especiales.
Kanji japonés
Ver artículo sobre Kanji 
Las herramientas de Shodo
Aunque la tecnología moderna ha evolucionado, las herramientas utilizadas en shodo no ha cambiado mucho. Pincel (conocido como fude) hecho con pelo duro de animal, tienen diferentes tamaños para su uso en diferentes casos. Sumi es un bloque sólido de tinta mezclada con agua. Hanshi es el grosor diferente del papel que se utiliza principalmente para el arte shodo.
De acuerdo con una antigua tradición japonesa, los pinceles que han "fallecido" son enterrados en un santuario sintoísta o budista.
Los cuatro tesoros del estudio Hay muchas herramientas que utilizan los calígrafos (portaplumas, cajas de cepillos, alfombrillas de tinta de escritorio, pisapapeles, sellos y cajas de sellos, materias primas, etc.) Sin embargo, cuatro de ellas son esenciales para este arte, no sólo debido a su necesidad, sino también por su significado simbólico. Se les llama "cuatro tesoros del estudio" (bunbou shihou).
El más importante de todos ellos es el pincel (fude). Es una extensión del cuerpo del calígrafo y el alma. Se dice que sho se escribe con el corazón y no con un pincel, y que este se convierte en el alma de la artista. En consecuencia, no se escribe mediante el control de su pincel, sino que se estabiliza por un ser interior. El pincel está considerada como una entidad viviente, y es muy respetado en el Lejano Oriente.

Ver Sumi y suzuri
El segundo tesoro es el Suzuri, la herramienta que nos ayuda a convertir en tinta el Sumi (piedra de tinta) El alma del taller del calígrafo, que también puede ser referido como Doujou ("Un lugar de la ruta"), por lo tanto un lugar donde se encuentra y cultiva su forma (de vida). La piedra de tinta simboliza un universo pequeño. El "monte" (templo) es donde la tinta se muele, la "balsa" donde se almacena la tinta ready-made, y la "orilla" separa a los dos. Si se toma el cuidado correcto, la vida útil de una piedra de tinta es infinito.
De papel (kami) y tinta (Sumi) son los otros dos tesoros. Subrayan la impermanencia de las cosas en la naturaleza, lo que amplifica aún más la belleza de la naturaleza. El Libro Blanco destaca las fuerzas de Yang del universo, mientras que el negro de tinta equilibra a través de su naturaleza Yin. Juntos diseñan una perfecta armonía y logran el equilibrio estético en nuestras vidas a través de un trabajo caligráfico.
Ver Tutorial nociones caligrafia japonesa shodo
Ver origenes caligrafia china
Según la caligrafía china, o shūfǎ (書法), los caracteres chinos pueden ser trazados según cinco estilos históricos. Normalmente todos son realizados con pincel y tinta. Estos estilos están ligados intrínsecamente a la historia de la escritura china.
1 Estilo del sello 篆書 zhuànshū
2 Estilo de los escribas 隸書 lìshū
3 Estilo regular 楷書 kǎishū
Existen diversos criterios para clasificar los tipos de caracteres chinos. Lo más sencillo es dividirlos en tres categorías básicas:
Los caracteres más antiguos son pictogramas, esto es, dibujos del concepto que representan. Por ejemplo:
El primer carácter, pronunciado rén en mandarín moderno, significa "persona", y procede del dibujo de un perfil humano. Este carácter es una auténtica palabra monosilábica y se utiliza en chino moderno. El segundo ejemplo, pronunciado mù, significaba "árbol" en la antigüedad, y representa, de manera estilizada, el tronco, la copa y las ramas del árbol. En chino moderno, este carácter ha pasado a significar "madera", mientras que árbol se dice shù (樹 /树).
El segundo tipo de caracteres son los llamados ideogramas. En estos casos los pictogramas se combinan para sugerir ideas por asociación. Por ejemplo:
Estos dos ideogramas se basan en los pictogramas anteriores. El primero, pronunciado qiú, significa "prisionero", significado sugerido por la imagen de una persona encerrada. En chino moderno, la palabra normal para decir prisionero es qiúfàn (囚犯), forma bisílaba que aún contiene este carácter. El segundo carácter de la imagen significa "bosque", idea sugerida por la repetición del árbol. En este caso, el chino moderno también ha acabado dándonos una forma bisílaba: La palabra actual es sēnlín (森林), donde aparece también otro ideograma similar con tres árboles.
El tercer tipo de caracteres lo constituyen los fonogramas. Este tipo abarca la inmensa mayoría de los caracteres chinos actuales. Consiste en la modificación de otro carácter con el que comparte pronunciación añadiéndole otro componente que lo distingue. El componente añadido es a menudo uno de los llamados radicales, que aporta una idea semántica respecto al tipo de significado representado por el nuevo carácter. Veamos dos ejemplos:
Estos dos fonogramas están basados en los ideogramas anteriores, pero corresponden a palabras totalmente diferentes. En ambos caracteres se aprecian tres trazos a la izquierda. Estos trazos son conocidos como "tres gotas de agua", o "radical del agua", y proceden del pictograma que significa agua. Los caracteres que tienen estas tres gotas de agua suelen tener un significado relacionado con el agua o los líquidos. El primero, pronunciado qiú, se basa en el ideograma qiú por el mero hecho de que tiene la misma pronunciación. Su significado clásico es "nadar" y se utiliza poco en chino moderno. Una palabra con este carácter es qiúdù (泅渡, "cruzar a nado"). El segundo carácter se pronuncia lín, y es por esa coincidencia fonética por la que se basa en el carácter del bosque. Las tres gotas de agua nos indican que se trata, sin embargo, de un término relacionado con el agua. Su significado es "empapar". En chino moderno se puede utilizar como verbo monosílabo, o en algunas combinaciones bisílabas, como en la palabra línyù (淋浴, "ducha"). El sistema de caracteres chinos no es, por lo tanto, un inventario de palabras monosilábicas, como a veces se dice, sino más bien una suerte de silabario inmenso con el que se representan los sonidos de las palabras de la lengua hablada.