Tríptico del Jardín de las Delicias, Creación de Adán y Eva del El Bosco, óleo sobre tabla (220 x 97 cm.) del estilo de la pintura Flamenca, (1503) que está en el Museo del Prado.
Esta pintura es el ala lateral izquierda del tríptico, mientras que al otro lado encontraremos el Infierno musical. Las razones de la fama de esta obra es la brillantez imaginativa de El Bosco en los tres paneles del tríptico. En esta escena podemos contemplar una organización que El Bosco repitió básicamente en casi todas sus escenas del Paraíso: en la parte inferior, Dios presenta a Adán la Eva recién creada a partir de su costilla. Ambos representan la pareja ideal de seres humanos, en perfecta armonía y unidad . Y Más arriba está la fuente de la vida, construida con un extraño material rosado que recuerda los caparazones de algunos crustáceos. Pero incluso en el paraíso se encuentra agazapado el peligro, y en el ojo que constituye el cuerpo central de la fuente vemos cómo se asoma una lechuza, símbolo de la herejía. El Edén se encuentra repleto de animales, buenos y malos. Alimañas, sapos y figuras de aspecto demoníaco conviven con unicornios, ciervos, garzas, una jirafa y un elefante, que el Bosco no debió de haber visto nunca en vivo. Unos animales se cazan a otros, pero la sensación de armonía es total. Como un espejo, el otro panel representa la exacta antítesis de este mundo de felicidad y comprensión, al que conduce el panel central, cuando el hombe no se oye a si mismo y se desvia de su camino.